Anteriormente al mes de Febrero de 1992, la obtención de una ciudadanía
diferente de la argentina, interrumpía la transmisión de la ciudadanía italiana
por vía sanguínea. Desde el 5 de Febrero de 1992, la ley de ciudadanía italiana
cambió y la obtención de otra ciudadanía no conlleva la perdida de la
transmisibilidad de padre a hijo